Cerro y Santuario de Monserrate - BOGOTá D.C (BOGOTá)

Según cuenta la historia los dos cerros que al oriente de Bogotá se observan, yacen en este instante la virgen de Guadalupe y el señor caído de Monserrate, siendo para los antepasados un lugar importante donde se contaban los soles aspecto característico para determinar el tiempo y las fechas de los cultivos.

Es así, como los muiscas llamaban a estos cerros “pie de abuela” al cerro de Monserrate y “pie de abuelo” al cerro donde está ubicada la virgen de Guadalupe; a estos emblemáticos espacios y a la puesta del sol constantemente se realizan estudios debido a que se manejan diversas hipótesis dentro de las cuales se dice que bajo ellos se encontraban los templos solares de los muiscas.

Una de las fuentes de estas hipótesis refiere que cuando los españoles llegaron a conquistar destruyeron los monumentos preciados del pueblo conquistado y creaban allí sus símbolos en honor a la conquista de los mismos , otra de las razones es que en los manuscritos del padre José Domingo Duquesne- sacerdote del siglo XVIII que estuvo alrededor de treinta años en las parroquias que tenía gran interacción con los indígenas descendientes de los antiguos muiscas, dejo un tratado publicado en 1848 y dedicado a José Celestino Mutis, allí logró compilar la explicación de lo que se llamaría el calendario muisca.

Para sustentar la existencia de estos calendarios solares se han realizado rigurosas observaciones desde la esquina nororiental de la Plaza de Bolívar y frente a la catedral de Bogotá en diferentes periodos como fue el 21 de diciembre , 21 de marzo , 21 de junio y 21 de septiembre tomando esto como los tiempos de solsticios, es así como un observador se ubica frente a la catedral y registra el punto de salida del sol entre las montañas que bordean el sitio en las fechas mencionadas, tomaban un punto de referencia, a partir de cómo el sol empezaba a desplazarse cada amanecer , lentamente desde la montaña de Guadalupe hasta llegar a la iglesia de nuestra señora de Monserrate seis meses después, donde aparentemente se detenía por tres días , saliendo por el mismo punto , para empezar el retorno o ciclo que tomaría otros seis meses hasta llegar a su punto de partida en Guadalupe.

Estos calendarios muiscas ayudaban a la población indígena para determinar el tiempo de inicio de sus cultivos y recoger sus cosechas, según Fray Pedro Simón en una versión anterior a la que Duquesne Hace una descripción del año muisca.

Es así, como Fray Pedro Simón también realizaba un análisis a partir del calendario “ tenían también año de doce meses o lunas , que comienzan en enero y se acababan en diciembre , pero por inteligencia que nosotros tenemos para comenzarlo en aquel mes , ni como la que tuvieron los romanos de comenzarlo en el mes de marzo , pues solo lo daban principio desde enero , porque desde allí a labrar y disponer la tierra por ser tiempo seco y verano , para que ya estuvieran sembrados , las menguantes de la luna de marzo que es cuando comienzan las aguas del primer invierno en esta tierra, y como es de la luna de enero que comenzaban estas sementeras , hasta la del diciembre , que las acababan de recoger , hay doce lunas a este tiempo llamaban con este vocablo Chocan, que es lo mismo que nosotros llamamos año y para significar el pasado decían chocamana y al año presente chocamata .”

Por otro lado, es de rescatar el origen de la iglesia de Monserrate la cual, se llama así en alusión a la réplica que los españoles hicieron a su virgen, la Virgen Morena de Monserrat (patrona de Cataluña) que se encuentra cerca de Barcelona España, esto con el fin de que aquí en la nueva Granada también se adorara.
Sin embargo, perdió protagonismo según cuenta la historia ya que los muiscas no podían permitir que en cada cerro existiese un género femenino porque no habría respeto por la dualidad universal, allí se dio paso entonces a la escultura que en el año 1656 el padre Bernardino de Rojas encargo tallar el “señor caído”.

En su majestuosa cima está a 3152 Metros de altura sobre el nivel de mar, y se ubica sobre la cordillera oriental. El cerro de Monserrate a su vez fue llamado así por el parecido con un cerro en España, y lo bautizó el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quezada, alberga una catedral muy importante para los católicos la cual fue construida subiendo piedra por piedra por los indígenas, cargadas en las espaldas, es un maravilloso lugar de peregrinación de nacionales y extranjeros, rodeado de una exuberante vegetación, diversidad en especies de arbustos, el entorno es tranquilo y relajante, ofrece una gran variedad de actividades, además es el punto de referencia de Bogotá, se puede ver desde cualquier punto de la ciudad por lo que es fácil ubicarse.
Dentro de la catedral hay una estatua de Jesús llamada el Señor Caído de Monserrate, simboliza la tercera caída al cargar la cruz, esta fue hecha en madera en el siglo dieciséis por Pedro Lugo y Albarracín.
Para llegar a la Basílica de Monserrate existen actualmente tres accesos; un camino que existe desde el año 1650 cuenta con 1034 escalones, el teleférico que se inauguró desde 1954 y por el funicular que es un tren que recorre la montaña.
El Cerro de Monserrate es un sitio emblemático de la ciudad, cualquier taxi de la ciudad llega hasta el pie de Monserrate, sin embargo una de las maneras más fáciles de llegar es a través de Transmilenio, se debe llegar a la estación las aguas donde se comienza a caminar un tramo no tan largo en dirección al oriente, pasa por la universidad de Los Andes y fácilmente se ubica la entrada al Cerro de Monserrate.
Este extraordinario lugar cuenta con dos buenos restaurantes, en los cuales se puede disfrutar de la gastronomía típica colombiana e internacional, Uno de ellos es Santa Clara, cuya especialidad es la cocina propiamente bogotana, mientras que la Casa San Isidro, ofrece una fina carta de inspiración francesa-mediterránea. También se puede encontrar un corredor de restaurantes populares, siendo el chocolate con tamal y pan, la comida más típica de la subida al Monserrate.
Como recomendaciones, hay que ir con buen abrigo pues al ser tan alto hace frío y corre mucho viento, en época de lluvia llevar ropa impermeable pues casi siempre hay brisa. Aplicarse bloqueador solar si se va a subir por escalera, pues así haga frío el sol de montaña quema bastante, sobre todo para los que no están acostumbrados.